Lodge Kapawi de Ecuador es una perla ubicada en una Esmeralda del bosque


Una mariposa morfa normalmente abre sus alas de un azul neón exquisito. Hoy, a pesar de esto, el brillo de la luz temprano en la mañana del bosque húmedo tropical convierte a la morfa en un plateado brillante mientras busca pelea con saltos y bailes. Increíblemente cuando abre sus alas y las expone su interior, la mariposa se convierte en invisible, y solo reaparece unas pulgadas más allá en una posición diferente. Esta ejecución nos permite apreciar los movimientos de la morfa, dando la ilusión de que ha sido cautivada en su propio estroboscopio; el fondo verde se mantiene igual, solo la mariposa es sujeto de destellos de luz.

Los Achuar que viven aquí en el río Capahuari en el área más remota de la cuenca Amazónica Ecuatoriana creen que cuando ellos mueren sus pulmones se convierten en mariposas. Ellos consideran a las mariposas, y ciertos animales, iiviancb, una forma materializada del alma de la persona. El talento de la mariposa morfa para la brujería apoya esta visión sobrenatural Achuar del mundo de su bosque húmedo tropical. Los animales iwianch nunca son atacados.

Nuestro grupo de eco turistas está explorando el bosque húmedo de Kapawi Lodge, cerca del Río Pastaza que se une al Marañón y es un afluente principal del Amazonas. Un Cessna taxi aéreo de 12 pasajeros nos transportó de aquí desde Quito, hacia debajo de la Avenida de los Volcanes, previamente sobrevolando los Andes y a través de una tormenta que llenó el parabrisas con explosivas gotas de lluvia. Las nubes gruesas escondieron los picos de las montañas durante el viaje de aproximadamente una hora. Cuando el avión finalmente atravesó las nubes, avistamos hacia abajo la cobertura verde que se vía como cogollitos de brócolis gigantes. Un apertura de tierra corta nos esperaba en la aldea Achuar de Wayusentsa. Desde aquí una canoa motorizada nos llevó río abajo por una hora y media hasta el Lodge, nuestro hogar aislado por los siguientes días.

Kapawi abrió a los visitantes en 1996, un esfuerzo conjunto de la NAE (Federación de Nacionalidades Achuar Ecuatorianas) y Canodros S.A., un operador de cruceros experimentado especializado en ecoturismo de las Islas Galápagos. Canodros quería formar una sociedad con la tribu Amazónica para crear un destino que permitiría a los visitantes combinar una aventura de bosque húmedo tropical con un tour a las islas que inspiraron a Charles Darwin. Los Achuar, quienes hasta 1970 tuvieron muy poco contacto con el Mundo Occidental, querían obtener algunas de las atracciones de la civilización mientras preservan su tierra y su independencia. Canodros acudió a Daniel Koupermann, un guía Amazónico veterano, por ayuda. El sugirió construir un Lodge en el corazón del territorio Achuar y ayudó a negociar un acuerdo.

Fue necesario 120 Achuar, Koupermann, y muchos otros años para construir el complejo: dos edificios centrales para el comedor y área social conectados por caminos elevados a 20 cabañas. Siguiendo la arquitectura Achuar, no se usaron clavos. Con estacas de madera y parras macizas sostuvieron todo. Desde abajo, los techos de hoja de palma tejida se veían como el interior de una gran canasta al revés. La fragancia de los techos de palma alejaban la lluvia y de los pequeños murciélagos comedores de insectos. Cada una de las cabañas tiene un balcón amplio que se extiende sobre pilotes sobre la Laguna Kapawi. Desde una hamaca o una silla reclinable, un visitante se puede relajar y observar los cardinales rojos volando o un martín pescador analizando el agua para cazar su pesca favorita. Cada cabaña tiene su propio baño completo, pero el agua caliente, calentado por energía solar, en fundas de 5 galones para la ducha se reparte solo una vez al día.

El beneficio de los Achuar del Lodge se presenta de varias formas. Ellos arriendan su tierra a Canodros por una renta mensual y reciben una cantidad de diez dólares por cada visitante. Un número de Achuar trabajan para el Lodge como cocineros, meseros, guías, pilotos de canoa y otros trabajos. Lo más importante es que están siendo entrenados para hacerse cargo de la administración diaria. Los Achuar quieren que esta empresa sea un baluarte en contra de la empresa petrolera y maderera. Koupermann anota que un Achuar mayor dijo, "Si los conejos del petróleo, ellos (los petroleros) no pueden decir que no hay nada aquí." De acuerdo a esta afirmación, la propiedad total del Kapawi regresará a los Achuar en el 2008.

Las comodidades de la vida del Lodge pueden tentar a los visitantes a la observación de pájaros desde sus hamacas, pero las caminatas en el bosque ofrecen más emociones. Los guías pueden arreglar una variedad de expediciones, desde viajes en canoa fáciles y caminatas a lo largo de senderos cortados hasta largos, caminatas exigentes y acampadas en la noche. Para los viajeros que llegan a Kapawi desde las Galápagos, la riqueza de la vida de las aves aquí les probará que hay un gran contraste entre la relativa tranquilidad de las especies de pájaros terrestres encontradas en las islas volcánicas.

Nuestro grupo estaba particularmente emocionado al ver al primer hoacín. Este pájaro gritón de pecho color ciruela tiene una cara azul eléctrica, ojos rojo brillante y una cresta rubia despeinada. El hoacín ronda los cursos del agua en árboles bajos y arbustos, donde puede ser visto limpiándose la barba y aullando. Los polluelos con aspecto prehistórico salen del cascarón con sus pequeñas garras de las alas. A los primeros signos de peligro, los polluelos se lanzan de cabeza al río. Después de que haya pasado el peligro, las garras les permite arrastrase de nuevo al nido.

El hoacín también tiene una dieta unía para una ave. come las hojas alcaloides enlazadas de las plantas del bosque lluvioso. El buche del pájaro funciona como el estómago de la vaca, fermentando el follaje y separando los nutrientes y los químicos protectores. Otros pocos animales compiten por esta fuente de alimentos, y los venenos de las plantas les da un olor desagradable a los hoacines y una carne con mal sabor; los cazadores los molestan rara vez. El logo del Lodge Kapawi es un hoacín - y vimos muchas bandadas de hoacines merodeando en los arbustos.

Un guía que habla ingles acompaña en todas las salidas pero un Achuar lidera el camino. No solo conocen la tierra íntimamente sino que los Achuar son experimentados en encontrar insectos camuflados y otros invertebrados. En las noches lluviosas, durante una caminata a lo largo del oscuro sendero, nuestro guía Achuar, Rubén, nos indicó los insectos palo, las ranas de árboles café y unas orugas peludas las cuales muchas personas hubieran tenido problema de ver incluso en un día soleado. Rubén también descubrió un caracol de tierra hermoso y gigante cuyo caparazón se extendió unas seis pulgadas.
Añadimos muchos pájaros a nuestra listas.
Un par de guacamayos azules con amarillo y canela chillones volando sobre la laguna. Pequeños loros verdes revolteando al rededor del Lodge. Chachalacas llamando su nombre desde árboles cercanos, mientras los pájaros carpinteros con crestas rojizas trabajan su camino hacia arriba en los troncos de los árboles. Hirundínidos (aviones) zumbaban hacia arriba y abajo en los ríos en su búsqueda perpetua por mosquitos; había tiranos tropicales, pechos amarillos y otros tiránidos toman su cuota sobre insectos más grandes. Esta es la tierra donde existen la mayor cantidad de fruteros, con urracas calvas negro con blanco y fruteros azul con gris entre otros escurridizos. Anhinga, caracara negra, el tucán con cuello blanco, la pava de Trinidad con cuello azul, el jacarnar de orejas blancas... pero la lista sigue y sigue. Más de 500 especies han sido identificadas al rededor de Kapawi, y los observadores de pájaros encuentran más cada día.
Una tarde, Rubén y Nelson, nuestros guías de habla inglesa, que crecieron en Quito, nos llevaron a la laguna de agua negra cubierta con lentejas de agua. El retirar la alfombra verde gruesa reveló el agua manchada similar al té por el tanino de las hojas caídas. En el centro había un árbol adornado con docenas de oropéndolas y nidos de caciques amarillos. Las oropéndolas formaron una fibra de palma, una media larga atlética, comparada con una media más corta redonda preferida por los caciques. Los constructores de nidos volaron al rededor nuestro, manteniendo un diálogo continuo y estridente. Las jacanas salieron de las almohadillas de lilas, parándose de vez en cuando para recoger un insecto en pedacitos. En los árboles más bajos que rodean la laguna, pudimos ver hoacines en sus nidos.

Para estar seguros, hay mamíferos en Kapawi, pero son menos visibles que la vida de los pájaros. El área tiene ciervos, tapir, jaguar, ocelotes, ocho clases de zarigüeyas, monos y otras especies consideradas comunes. En nuestras caminatas temprano en la mañana pudimos oír los rugidos bajos de los monos aulladores, pero también nos topamos con una gran tropa de monos ardilla tarde un día.

Casi cada visitante ha visto los delfines de río. Estos mamíferos impresionantes usan el sistema de ubicación por eco para navegar en los ríos opacos en busca de bagres. En nuestros camino de regreso de la laguna de agua negra, un grupo de cinco delfines subieron a la superficie justo a unas pocas yardas de nuestra canoa, exhalando con gusto a través de sus orificios. A pesar de que ellos no saltan comúnmente fuera del agua sin la compañía de sus primos marinos, estos delfines sacaron una Buena parte de sus cuerpos sobre las olas, permitiéndonos un segundo el ver su tensa parte inferior de color Rosado y sus aletas pequeñas dorsales.

Rubén y Nelson arreglaron una visita a la aldea Achuar a unas pocas millas del Lodge. Una casa Achuar consiste de un gran espacio abierto con áreas destinadas para la cocina y para dormir. Para recibir a las visitas, la cabeza de la familia se sientan en la mitad del cuarto en un puesto tallado en forma de tortuga. Los visitantes se sientan en una banca de madera con cara a él. Siguiendo los intercambios amables de ritual con nuestras guías, nuestro anfitrión pidió a su esposa servirnos la bebida local, que es Español es chicha y en Achuar, mjiamanch. Para prepararla las mujeres mastican la raíz dura de yuca y escupen la pulpa en un recipiente de barro. Se fermenta, produciendo una cerveza que jóvenes mujeres sirven con la mano al grupo en porciones generosas mezcladas con agua en recipientes de cerámica coloridos quemadas por ser usadas a fuego abierto. Cada uno de nosotros aceptamos con cautela un recipiente hondo lleno casi hasta el filo. La bebida de olor fuerte sabe amargo, pero los Achuar la aman. Cuando le entregan un recipiente de nijiamanch se considera descortés el rechazarlo.

Nelson explicó que el Achuar no hace grandes distinciones entre el mundo consciente y el mundo de sus sueños. Ellos duermen sobre una plataforma de madera incómoda, que hace que su sueño sea incómodo y lleno de sueños. Ellos se despiertan a menudo durante la noche y hablan de sus sueños. Un cazador puede cambiar sus planes basado en sus sueños y los sueños pueden explicar fallas en la pesca o éxitos.

Posiblemente la chica ayuda a reforzar la creencia fuerte Achuar en la verdad del mundo espiritual, pero la selva lo fortalece también. El verde denso, las líneas de visión truncadas, la neblina frecuente, los silencios violentos rotos por el cantar del pájaros, la luz tenue que contribuye a la atmósfera misteriosa del bosque húmedo tropical. La vida vegetal crece libremente, casi animal en su agresividad. Y la decadencia continua mientras el bosque recicla las hojas caídas, ramas y troncos, añadiendo un perfume nada desagradable a la vegetación putrefacta junto con una mezcla de sensaciones. La oscuridad debajo de la cobertura del bosque guarda misterios y alimenta las fantasías. Para el Achuar, es probablemente razonable el dar igual peso a los sueños oscuros de la noche y al amanecer de la realidad del día. Los viajeros pueden fácilmente esconder aquellos oscuros sentimientos y concentrarse en la vida insistente de los colores impetuosos - el matiz sublime del rojo naranja de las flores heliconias, el brillo titilante del guacamayo, o el azul brillante de sueños de una mariposa morfa.

Tiempo y Lugar
EL MEJOR MOMENTO del año para visitar la Amazonía Ecuatoriana es una cuestión de opinión. En abril y mayo, el bosque se inunda. El caminar es imposible pero es fascinante el transportarse en canoa a través del bosque por senderos que uno normalmente visita a piel. De julio a septiembre es similar a la primavera. Las plantas florecen o producen frutos. Los pájaros salen de sus cascarones, los mamíferos nacen, y los peces ponen huevos en gran número. El agua hierve con su actividad.

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